El universo Ari Aster
- María V. Espuña
- 19 oct 2020
- 7 Min. de lectura
Estando a las puertas de Halloween, creo que es de recibo escribir sobre terror. En el anterior post hablé de películas que no me habían convencido. Hoy os vengo a hablar de Ari Aster y su curiosa aproximación al género. Llego tarde, lo sé, pero por fin he visto Hereditary y Midsommar. Ambas tienen firmes defensores y muchos detractores que afirman que de miedo más bien nada. Pero ¿qué consideramos terror? ¿Un slasher clásico? ¿Gore? ¿Terror psicológico? Vistas las dos películas y todos sus cortos, Ari Aster entra en la categoría de historias perturbadoras, que no te hacen gritar de terror, pero te dejan muy mal cuerpo. And that is totally my jam.
Si os queréis adentrar en el mundo de Ari Aster seguid leyendo porque, además de Hareditary y Midsommar, os voy a hablar de algunos de sus cortos.
HEREDITARY

Hereditary no es la típica película de terror. Si lo que te atrae del género son los llamados “jump scares”, ésta no va a ser tu película. Hereditary trata más bien de construir la tensión a medida que pasa el tiempo. Empieza siendo un poco incómoda, pasa a ser bastante perturbadora y termina dejándote muy mal cuerpo y bastante confusión. Ese es el cine de terror que a mí me gusta.
Aster empieza contando la historia de una familia de luto por la muerte de la abuela, pero pronto nos empieza a revelar cosas que no terminan de cuadrar. Muertes trágicas en la familia, la extraña relación de la abuela con su nieta Charlie y la reticencia de su hija a presentarle a su primer nieto, Peter. Poco a poco entramos en una historia distinta, más oscura, más trágica, más dolorosa.
Unos días después, tiene lugar otra desgracia en la familia y al duelo por la abuela se suma algo mucho más espeluznante y devastador. La responsabilidad por lo sucedido recae en Peter, siendo él mismo su juez más duro, hasta que se da cuenta de que no es el único responsable. Él asume su culpa, pero necesita que los adultos también se den cuenta de su parte en el asunto.
Y de ahí, Aster hace una transición muy orgánica hacia los sobrenatural. Durante toda la película nos ha dado pistas del final, piezas del puzle que empiezan a encajar a medida que se desvela el plano general de la situación.
Cuando llegué al final, se me quedó una sensación extraña. Había entendido las imágenes que había visto, pero al mismo tiempo necesitaba una explicación. ¿Por qué ese final? ¿Qué ha pasado realmente en estos últimos diez minutos? ¿He entendido realmente lo que ha pasado? Aquí es donde entran en juego las explicaciones de internet, muy útiles si te quedas con una sensación general de “necesito más”.
Hereditary es una película con una historia fascinante, sutil y muy orgánica. Al contrario que el final sobrenatural de Eli, que no pegaba ni con cola, en Hereditary no te choca que avance hacia esos derroteros. El desencadenante tiene la suficiente fuerza y credibilidad como para que, pasada la primera impresión, ni te plantees que eso no puede ser así. Digo pasada la primera impresión porque no tenía ni idea de que la película tomaba un giro hacia lo sobrenatural en ningún momento. Es un poco chocante de primeras, pero se acepta con mucha naturalidad.
Por otro lado, la música y la fotografía son el broche de oro de la película, lo que consigue que sea un producto redondo. Incluso en las escenas más estáticas, la imagen consigue que no despegues los ojos de la pantalla.
Definitivamente, es una película muy recomendable si os interesa el terror, no esperéis “jump scares”, pero sí tiene un poquito de gore, hay dos escenas en las que se muestran cosas muy gráficas y bastante perturbadoras. Sin embargo, no es algo que no te deje dormir por la noche.
Es una película que tengo muchas ganas de volver a ver para poder captar todos los detalles que, seguro, me he perdido en el primer visionado.
Y ahora, vamos con Midsommar.
MIDSOMMAR

Género: Terror
Año: 2019
Duración: 2h 28min
País: EEUU
Dirección: Ari Aster
Guion: Ari Aster
Reparto: Florence Pugh ,Jack Reynor, Will Poulter, William Jackson Harper, Vilhelm Blomgren.
Dónde puedes verla: Una pareja estadounidense que no está pasando por su mejor momento acude con unos amigos al Midsommar, un festival de verano que se celebra cada 90 años en una aldea remota de Suecia. Lo que comienza como unas vacaciones de ensueño en un lugar en el que el sol no se pone nunca, poco a poco se convierte en una oscura pesadilla cuando los misteriosos aldeanos les invitan a participar en sus perturbadoras actividades festivas.
Midsommar no es lo que esperaba. Partiendo del tráiler y el poster, imaginaba la típica película sobre una comunidad alternativa al margen de la sociedad en la que tienen rituales muy sádicos y caníbales, que la protagonista, Dani, se iba a encontrar sin querer en medio de una de esas celebraciones sangrientas y que todo iba a ser muy gore. Resulta que, en términos generales, va de eso, pero no del todo. Let me elaborate.
En Midsommar, Dani es una joven que sufre una gran tragedia al principio de la película (vemos un patrón aquí Ari) y que decide irse con su novio, Chris, y sus amigos antropólogos a Hårga, la comunidad natal de uno de ellos, en Suecia. Nada más llegar les dan drogas psicodélicas y se encuentran en el centro de una celebración del solsticio de verano de lo que parece una comunidad muy chill y feliz, pero con aire a secta.
Sin entrar en muchos detalles, la vida en Hårga sigue unos patrones y unas tradiciones muy rígidas que nadie cuestiona y a nadie le extrañan, todos parecen muy felices y contentos con la situación. Pero desde fuera, Dani pronto descubre que las tradiciones son más siniestras de lo que parecen.
Creo que a Midsommar se le ven un poco más las costuras que a Hereditary. Aster planeaba esta película como una slasher, pero decidió cambiarla a mitad del camino para centrarse más en Dani, su relación con Chris y su trauma personal. Por un lado, creo que las dos vertientes de la película, el slasher y la carga emocional, se complementan bien, pero siempre tienes la sensación de que la película va a ir por un camino, y termina yendo por el contrario. Personalmente, no es algo que me moleste, pero cuando vas en busca de una película de terror, Midsommar no es lo que te esperas. Lo que al principio parece una película sobre una secta con una fachada muy chill y feliz (todos vestidos de blanco, colores muy vivos y todo muy luminoso) pero con un trasfondo muy sangriento, resulta ser el viaje emocional de Dani, sobre todo de sus sentimientos de abandono, aislamiento y soledad. Es, en definitiva, la búsqueda de su lugar en un mundo que la ha dejado sola.
Midsommar construye muy bien la tensión y siempre estás pendiente del siguiente movimiento, pero nunca llega a ser una película que te haga pasar mucho miedo.
Por ponerle alguna pega, creo que hay momentos en los que se nota mucho la influencia slasher inicial. Entiendes que algunos personajes se queden en Hårga tras ver los rituales sangrientos porque tienen sus motivos de peso, pero el resto no. Dani llega un momento en el que expresa su deseo de irse, pero parece que todo se evapora cuando pasa el ritual de turno y todo se vuelve más “normal”.
Al igual que sucede con Hereditary, cuando termina la película, te quedas con la sensación de que lo has entendido todo, pero en realidad no has entendido nada y tienes que volver a echar mano de internet y sus explicaciones.
Ambas películas tienen la capacidad de dejarte pensando en lo que acabas de ver, de no causarte un miedo físico, pero sí de dejarte con una sensación de incomodidad. Si con Hereditary me quedaron ganas de volver a verla para captar todos los detalles, creo que Midsommar tiene mucho más foreshadowing, la veré una segunda vez.
LOS CORTOS
Ari Aster ha sido bastante prolífico en cuanto a cortos, y aunque en todos se puede ver claramente que son del estilo estético y narrativo del director, creo que hay unos que merecen más la pena que otros.
El primero es el controvertido “The Strange Thing About The Johnsons”, en el que cuenta la historia de una familia normal norteamericana, de clase media-alta y con una vida aparentemente perfecta. Sin embargo, la relación padre-hijo tiene poco de normal y perfecta.
Es un corto de 30 minutos y no exagero si afirmo que es la peor media hora de mi vida como espectadora. Empieza fuerte y no deja de subir. Es preocupante, perturbador, siniestro… y llega un punto en el que es casi insoportable.
¿Por qué fue controvertido? Primero por el tema que trata, el hijo, Isaiah, ha estado abusando sexualmente de su padre, Sidney, desde que tiene doce años. Segundo, porque la familia que retrata es afro-americana. Según Aster, esto último fue accidental, pero no se libra de la polémica, ni por un lado, ni por el otro. Creo que para formarse una opinión en condiciones es necesario escuchar a la comunidad afro-americana y dejarse guiar por ellos.
El segundo corto que quiero mencionar es “Munchausen”, sobre una madre que teme que al irse su hijo a la universidad ella vaya a desaparecer de su vida. Retrata el síndrome de Münchausen por poder, en el que el cuidador provoca enfermedades ficticias a la persona a su cargo. Quizá el caso más conocido es el de Gypsy Rose Blanchard, a quien su madre le hizo creer que tenía todo tipo de enfermedades y que cuando descubrió que era mentira, la asesinó para poder librarse y vivir su vida.
Aster cuenta la historia sin diálogo, solo con música y con un estilo muy Disney. Es de destacar su temprano uso del color y los movimientos de cámara, algo muy característico que vemos en sus dos películas, especialmente en Midsommar.
El tercero, y último, aunque, como digo, tiene más y todos son dignos de ver, es “Basically”. En este corto cuenta con una cara muy conocida, Rachel Brosnahan, que interpreta a Midge Maisel en “The Marvelous Mrs. Maisel”, serie de la que hablé en este post. Brosnahan interpreta a una joven actriz que, hablando directamente a cámara, habla sobre su vida, su ácida visión del mundo y de sus creencias y convicciones.
La realización de este corto es muy curiosa y cautivadora. Rachel es el único personaje que interesa y la sucesión de planos en los que la vemos apenas tienen movimiento de cámara. Lo cual no quiere decir que no haya acción, cada una de esas imágenes es como una foto, son frames perfectamente calculados y que siempre tienen acción de fondo. El centro es Rachel, pero todo a su alrededor tiene movimiento.
Recomiendo mucho los trabajos del director estadounidense, en especial si os gusta ese nicho raro del terror que ni es gore ni es psicológico, pero que te deja muy mal cuerpo.
¿Habéis visto algo de Ari Aster? ¿Qué opinión os merece?
Dejad un like, comentario y compartid por redes.
Comments